Una graduación atípica en un año atípico.
Eso es lo que ha representado este acto tan esperado por nuestra comunidad educativa. No pudieron acompañarnos ni las familias ni el Claustro de profesores. Tan solo ellos, los graduados, la directora, el jefe del DACE y los tutores. Con mascarillas y distancias de seguridad. En el patio y sin abrazos. Pero fue tan emotivo como otros años.
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