Nos despedimos del curso 20/21
Parece irreal, una pesadilla, una simulación. Es como si fuera de otra vida, algo vivido en el pasado, algo que no se volverá a repetir.
Pero lo cierto es que, a partir del toque de alarma han cambiado nuestras vidas.
Hemos recorrido un viaje complicado y desconocido. Lleno de peligros, adversidades y dudas. Sabíamos de donde partíamos ...
Hemos vivido un año de aventuras y desventuras. Un viaje complicado, como ya hemos dicho, pero enriquecedor. La incertidumbre que nos llevaba a pensar en el tiempo que tardaríamos en volver a cerrar, algo que nos ha marcado este año y que hemos vivido de forma espinosa junto al resto de la comunidad educativa.
Hemos sido testigos de lo mal que lo estaba pasando nuestro alumnado, pero ahí hemos estado nosotros, para escucharlo y saber cómo estaba viviendo estos momentos. Hemos conocido su angustia, su tristeza, su miedo, su soledad, su estrés, ..., y el nuestro.
Hoy que hemos llegado a nuestro destino me pregunto si somos los mismos tras la travesía por este mar de la intranquilidad que comenzó en septiembre con tantas dudas, tras un duro confinamiento.
Juntos hemos emprendido este viaje. Un viaje que nos ha hecho abandonar la rutina, lo normalizado, la falta de cambios. Hemos adoptados muchas decisiones, algunas incluso equivocadas, muchos cambios y más cambios; sorteado distintas dificultades, sacando todos nuestros talentos a flote. Nos hemos visto obligados a salir de nuestra área de confort y de reinventarnos miles de veces.
Pero lo que es cierto es que nada volverá a ser “normal”, a ser igual, ....
Hemos hecho un gran recorrido, desde esa incertidumbre primera.... Hemos aprendido a vivir un año sin tocarnos, abrazarnos, …, realizando todos nuestros contactos de forma virtual. Sin compartir momentos informales tan necesarios.
Cada uno mirará su interior y buscará su propia respuesta a esa pregunta que me hago, en un mundo donde la salud, la familia y la amistad han pasado a primer plano. Con la esperanza en la vacunación y en recobrar nuestras vidas, con los ojos puestos en que cada día que pase queda un día menos.
El 16 de marzo de 2020 nuestro centro educativo se vio en la obligatoriedad de cerrar sus puertas y suspender las clases presenciales. Seis meses después abrimos con todas las dificultades. El gran esfuerzo de este claustro, apoyado en toda la comunidad educativa lo ha hecho posible.
Muchas gracias por todo. Sin vosotros no hubiera sido posible.
Os deseamos un feliz verano a todos y un merecido descanso. Y como siempre, ya sabéis, os esperamos en septiembre con una sonrisa y con la ilusión y energía para disfrutar juntos del curso 2021/22.
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