Cada año, en el IES Las Lagunas, hemos celebrado este con el concurso de decoración de puertas. El curso 2020-2021 no nos permite realizar este trabajo colaborativo que hacía unir al grupo.
Nos hemos tenido que reinventar. Pero antes, recordemos el origen de esta fiesta anglosajona. Halloween tiene una doble raíz: céltica y romana.
Los pueblos celtas celebraban Samhain. En esta festividad las “brujas eran más fuertes y el límite ente el mundo de los vivos y los muertos se estrechaban”. Cuando llega el cristianismo, esta tradición no desaparece, pero se transforma y, al celebrarse en la víspera de Todos los Santos, pasó a llamarse “All-hallows Eve”
Los romanos festejaban la Feralia, fiesta dedicada al descanso y la paz de los muertos, con sacrificios y plegarias a sus dioses paganos. También dedicaban una festividad a la diosa de las cosechas y frutos, Pomona, cuyo símbolo es la manzana.
Cuando el cristianismo llega a los pueblos célticos, la tradición del Samhain no desaparece, sin embargo esta fiesta sufre alguna transformación. En el calendario gregoriano, el 1 de noviembre pasa a ser el día de Todos los Santos y el Samhain, la víspera de Todos los Santos, pasó a denominarse ‘All-hallows Eve’, lo que actualmente es conocido como Halloween.
A mediados del siglo XVIII, los emigrantes irlandeses empiezan a llegar a América y se llevaron su forma de vida. Aquí la fiesta de Halloween se mezcla con otras creencias indias. Es aquí cuando se despoja de la tradición cristiana y se convierte en la noche con misterio, brujas, fantasmas…, rodeadas de humor.
Este curso no hemos podido adornar nuestras puertas, pero hemos trabajado la lengua de signos con palabras de esta fiesta y disfrazándonos con la prenda del momento: las mascarillas y cubremascarillas, base de nuestro concurso.